Está dirigido a la protección frente a los riesgos accidentales e imprevistos que puedan sufrir las obras civiles o de edificación, tanto de nueva planta como sobre preexistentes, durante el desarrollo de los trabajos de ejecución.
La protección asegurada puede extenderse, además de a la propia obra, a la maquinaria y equipo de construcción y a cubrir las responsabilidades civiles por daños materiales o personales y los perjuicios ocasionados involuntariamente a terceros con motivo de los trabajos de construcción. Asimismo, se puede cubrir la pérdida de beneficio producida como consecuencia de la demora en la puesta en servicio de la obra como consecuencia de un daño material en la obra cubierta por el seguro.